Cirugía Endovascular

¿Qué es la CIRUGIA ENDOVASCULAR?

La cirugía endovascular consiste en la reparación de los vasos sanguíneos a distancia, a través de la luz vascular, abordando el segmento vascular enfermo desde un vaso sanguíneo remoto. Para alcanzar las lesiones vasculares a reparar, utilizamos catéteres (sondas) e instrumentos, que penetrando la pared del vaso, navegan a través de él hasta el lugar preciso, bajo visión directa con rayos X. Esto se puede efectuar a través de una arteria o vena expuesta en forma quirúrgica tradicional o por punción a través de la piel.

Mediante éstas técnicas podemos el tratar diversas afecciones vasculares:
Trombosis y Embolias

Trombosis y Embolias

(Formación de coágulos que obstruyen una vena o arteria). Talvez la primera intervención endovascular practicada fue la remoción de coágulos efectuada por el cirujano Thomas Fogarty en 1963, quién diseñó un catéter con un balón en su extremo para entrar en vasos muy pequeños y extraer coágulos alojados a distancia y reestablecer la circulación. La asociación de sustancias que disuelven el coágulo (enzimas trombolíticas), instiladas a través del catéter, nos ha ampliado aún más la posibilidad de tratamiento endovascular. Así por ejemplo, actualmente podemos disolver coágulos alojados en la circulación pulmonar (embolia pulmonar), rescatando pacientes que prácticamente no tenían tratamiento alternativo eficaz. Con técnicas endovasculares podemos colocar “filtros” dentro de la vena cava, para “atajar” coágulos que al desprenderse de venas de las extremidades (en casos de tromboflebitis), puedan causar una embolia pulmonar.

Ateroeslerosis

El engrosamiento de las paredes de las arterias por depósito de colesterol es una enfermedad muy frecuente en nuestros días, especialmente en fumadores y personas que tengan presión arterial elevada. (Hipertensión arterial). Esta afección es la causa más frecuente de infarto del miocardio (por obstrucción coronaria). También ocasiona una gran mayoría de los infartos cerebrales (“derrames”) cuando estrecha u obstruye las arterias carótidas que irrigan el encéfalo. En el caso de las arterias de otros órganos o de las extremidades, la obstrucción gradual lleva a la insuficiencia arterial, que en casos extremos puede derivar en la gangrena. El uso de catéteres con un balón en su extremo, nos permite dilatar las zonas estrechas de la arteria afectada mejorando la irrigación y aliviar así los síntomas (angioplastia). En algunos casos podemos usar elementos especiales que permiten extraer el ateroma, o colocar una prótesis metálica (“stent”) que evita que el vaso se vuelva a estrechar. Avances recientes, logrados por el cirujano Juan Parodi, nos permite desplegar una prótesis de mayor calibre en vasos como la aorta o sus ramas, para el tratamiento de dilataciones (aneurismas), y traumatismos vasculares.

¿La CIRUGIA ENDOVASCULAR reemplaza o evita la cirugía tradicional?

Bueno, sí y no. La cirugía endovascular permite resolver eficazmente algunos problemas vasculares, en otros se complementa con la cirugía tradicional, o sea se combinan ambas técnicas durante el acto quirúrgico. Sin embargo hay muchas afecciones que todavía requieren de operaciones “a cielo abierto”. En algunas enfermedades, si se detecta a tiempo la alteración vascular que la produce, puede tratarse con técnicas endovasculares. Lamentablemente en muchos casos la afección sólo da síntomas cuando la lesión vascular ha avanzado más allá de las posibilidades de efectuar cirugía endovascular exitosa.

¿Qué ventajas ofrece la cirugía endovascular sobre la tradicional?

La principal ventaja es que nos permite un tratamiento menos invasivo, por lo tanto con menos molestias para el paciente y con una permanencia más breve en el hospital.

¿Entonces, la cirugía endovascular reduce el costo de los tratamientos?

Eso es relativo. Si bien podemos acortar la estada en el hospital y a veces evitar cirugía mayor, la cirugía endovascular requiere de una tecnología altamente sofisticada, equipos de rayos X muy poderosos, los que lamentablemente no son baratos. Además, no sabemos aún si los resultados de algunas de éstas técnicas tendrán la misma duración en el tiempo que obtenemos con la cirugía tradicional, siendo en ocasiones necesario repetir el tratamiento, lo que va sumando costos. Dicho sea de paso, la cirugía “tradicional” también ha sufrido un enorme progreso, simplificación y reducción de costos.